GEHENNA JERUSALEM TIERRA DONDE EL CUERPO ES SEPARADO DEL ALMA

GEHENNA JERUSALEM TIERRA DONDE EL CUERPO ES SEPARADO DEL ALMA

Gehenna  SEOL, EL HADES, 

 Explicación sobre el Seol, el Hades, Esta palabra de origen Hebreo aparece unas 66 veces en el Antiguo Testamento. Tiene básicamente dos significados. En primer lugar significa sepulcro a si al igual como el monte de Gólgota. Este es el significado en textos como por ejemplo Números 16:30 que dice: "Mas si Yahve hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceras que estos hombres irritaron al señor "

Bien mi investigación se debe  que el Seol  el hades o gehena simplemente describe el sepulcro al cual van los cuerpos de los muertos sin distinción. En segundo se puede zonificar como  lugar, Seol de existencia consciente después de la muerte. Esto es evidente en textos Salmo 31:17 que dice: "No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado; sean avergonzados los impíos, estén mudos en el Seol

En consecuencia digo que los impíos estarán avergonzados y mudos en el Seol. Es decir que el Seol describe un estado de existencia consciente donde están las almas y los espíritus de los que han muerto. Esta existencia consciente puede ser en dos diferentes lugares. Uno de estos lugares, llamado simplemente Seol, está reservado para los impío

Al igual nos habla  Job 24: 19 que dice: "La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve, así también el Seol a los pecadores."

La sequía y el calor castigan, arrebatan a las aguas de la nieve. Así también el Seol castiga, arrebata a los pecadores. El otro lugar del Seol, estaba reservado para los justos. Era un lugar de descanso, de bendición.

De este lugar nos continua  hablando Job 14:13 que dice: "¡Oh, quién me diera que me escondieses en el Seol, que me encubrieses hasta apaciguarse tu ira, que me pusieses plazo, y de mí te acordaras!"  Job deseaba ser escondido por Dios en el Seol para evitar el sufrimiento que estaba soportando mientras estaba vivo. Consecuentemente, Job tenía una idea de un lugar de paz, de descanso en el Seol. Ahora bien, en el Nuevo Testamento se traduce la palabra Seol del Antiguo Testamento por Hades. Esto nos conduce a hablar entonces del Hades. El pasaje que mejor describe el Hades está en Lucas 16:19-31 en la historia del rico y Lázaro. Allí se confirma que el Seol o Hades es el lugar al que van todos los muertos, pero como ya hemos dicho, el Seol o Hades tenía dos divisiones.

Lucas 16:22-24 dice: "Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama."

Bien en este caso  se deja notar la existencia de estas tierras muy antiguas en jerusalem El nombre derivó de un valle cercano a Jerusalén, la cañada o barranco de Hinón, identificada metafóricamente con la entrada al mundo del castigo en la vida futura. seol gehena  también aparece en el Nuevo Testamento y en las primeras escrituras cristianas como el lugar en donde el mal será destruido. Presta también su nombre al infierno ( la tierra viviente ) del Islam, Yahannam. En las escrituras rabínicas y en las cristianas, el Gehena como destino del pecador  donde llega a tierras  de sepultura, el lugar donde habitan todos los muertos. , el Seol o Hades es un lugar donde existen conscientemente las almas y espíritus de los que han muerto. Los justos, como es el caso de Lázaro, van a esa parte del Seol o Hades llamado aquí, el Seno de Abraham. El seno de Abraham se lo conoce también como el paraíso. Esto lo sabemos por lo que Jesús dijo al ladrón que estaba junto a él en la cruz del calvario. Monte de Gólgota

 

hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar."

Podemos entonces decir con propiedad que después de la muerte y resurrección de Cristo, el paraíso o el Seno de Abraham pasó a la presencia inmediata de Dios. Pero volvamos al Seol o Hades. La segunda sección está reservada para los impíos, como es el caso del rico, un lugar caracterizado por tormento en fuego. Las almas y espíritus de los que mueren en Cristo van al cielo inmediatamente y las almas y espíritus de los que mueren sin CrisLucas 23:43 dice: "Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso"

Seno de Abraham es sinónimo de paraíso. Una vez que Cristo murió y resucitó, el paraíso pasó a la presencia inmediata de Dios. Esto lo sabemos por lo que Pablo el apóstol relató en 2 Corintios 12:1-4 que dice: "Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal to, los incrédulos, van a ese tormento en fuego del Seol o Hades.

Esto nos lleva a considerar lo que la sagrada escritura  dice sobre la sepultura. Esta palabra es exclusiva del Nuevo Testamento, aparece trece veces, doce de las cuales es la traducción de la palabra griega Geenna que es la palabra que se usaba para designar el valle de Hinom o el valle de Tofet. Este valle es el lugar donde se depositaba los desperdicios de la ciudad de Jerusalén. Era un lugar pestilente, lleno de humo y hogueras aisladas, como todo lugar donde se arrojan los desperdicios de cualquier gran ciudad. Este cuadro macabro era un perfecto símbolo o tipo de lo que es el lugar donde serán castigados los impíos por la eternidad

Marcos 9: 43-44 dice: "Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga"

Al hablar del infierno, Jesús no podía estar refiriéndose al valle de Hinom, porque el valle de Hinom tenía fuego, pero no era un fuego que nunca se apaga, ni tampoco era un lugar donde los que allí estaban no se extinguían jamás. Al hablar del sepulcro o vida después de la muerte, Jesús se estaba refiriendo a otra cosa mucho más severa que el simple valle de Hinom. ¿Qué es esa cosa mucho más severa que el valle de Hinom o geenna? Pues no puede ser otra cosa que lo que el Nuevo Testamento llama el Lago de fuego en el libro de Apocalipsis las escritura nos muestra mucha oportunidades de conocimiento.

Apocalipsis 20:10 dice: " Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos"

Aquí tenemos un lago de fuego, donde están personas en tormento sin extinguirse día y noche por los siglos de los siglos. ¿No le parece una descripción semejante a la que hizo Cristo en las tinieblas, cuando dijo que es un fuego que no puede ser apagado donde el gusano de los que están allí no muere y el fuego nunca se apaga? Es por esto que sostenemos que las tinieblas  son equivalentes al lago de fuego. Dando esto por sentado, entonces cuando un incrédulo muere, su cuerpo va a la tumba o al sepulcro, pero su alma y su espíritu no va al cielo si no que queda vagante en las tinieblas rondando  lugare de tormento en el Seol o Hades. Allí permanecerá hasta la resurrección de los incrédulos. Cuando los incrédulos resuciten, se presentarán al juicio del gran trono blanco. Y  en Apocalipsis 20: 11-15 dice:  nos certifica "Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie antes Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego."

La muerte entrega sus muertos. Una referencia a los cuerpos de los que han muerto. El Hades entrega sus muertos, una referencia a las almas y espíritus de los que han muerto. Habrá una resurrección de incrédulos. Una vez juzgados por sus obras, estos muertos incrédulos, ahora resucitados, son lanzados al Infierno o al lago de fuego. Aquí continuamos en  Eclesiastés 9:10 explica: “No hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas”. ¿Quiere decir esto que el Seol es cada tumba en la que enterramos a un ser querido? No. Cuando la Biblia habla de sepulturas individuales, no usa ni seol o hade, sino otras palabras del hebreo y el griego  que la encontré en (Génesis 23:7-9; 7  Y Abraham se levantó, é inclinó  al pueblo de aquella tierra, a los hijos de Het.8  Y habló con ellos, diciendo: Si tenéis voluntad de que yo sepulte mi muerta de delante de mí; oírme, y que oréis por mí con Efrón hijo de Zohar, 9  Que me dé la cueva de Macpela, que tiene, que está en el extremo de su heredad; de todo el dinero que vale la pena que me la dé, para posesión de sepultura en medio de vosotros.   Bien mateo en su reconocidas palabras decía Mateo 28:1-10 La resurrección 28 Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. 2 De pronto hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo y, acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. 3 Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. 4 De miedo de él, los guardas temblaron y se quedaron como muertos. 5 Pero el ángel dijo a las mujeres: «No temáis vosotras, porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. 6 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. 7 E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos y va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis. Ya os lo he dicho.» 8 Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, 9 Jesús les salió al encuentro, diciendo:—¡Salve!

Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies y lo adoraron. 10 Entonces Jesús les dijo:—No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán. Tampoco aplica el nombre “Seol” a una tumba donde se pone juntas a varias personas, como un panteón familiar o una fosa común . Génesis 30-31 dice: 30 Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. 2 Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

3 Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella. 4 Así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella. 5 Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob.

6 Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan.[a] 7 Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob. 8 Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido[b] con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí. 9 Viendo, pues, Lea, que había dejado de dar a luz, tomó a Zilpa su sierva, y la dio a Jacob por mujer. 10 Y Zilpa sierva de Lea dio a luz un hijo a Jacob. 11 Y dijo Lea: Vino la ventura; y llamó su nombre Gad.[c] 12 Luego Zilpa la sierva de Lea dio a luz otro hijo a Jacob. 13 Y dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Aser.[d] 14 Fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo. 15 Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.

16 Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche. 17 Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob. 18 Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa,[e] por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar. 19 Después concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob.

20 Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote; ahora morará[f] conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zabulón.

21 Después dio a luz una hija, y llamó su nombre Dina.

22 Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos. 23 Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta;

24 y llamó su nombre José,[g] diciendo: Añádame Jehová otro hijo.

Tretas de Jacob y de Labán 25 Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, he iré a mi lugar, y a mi tierra.

26 Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho. 27 Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Yahve me ha bendecido por tu causa. 28 Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré.

29 Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo. 30 Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa? 31 Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas.

32 Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario, 33 Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto. 34 Dijo entonces Labán: Mira, sea como tú dices.

35 Y Labán apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos. 36 Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán. 37 Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas. 38 Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber. 39 Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores. 40 Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Labán. 41 Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas. 42 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las más fuertes para Jacob. 43 Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos. 31  Y oía Jacob las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza. 2 Miraba también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como había sido antes. 3 También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo. 4 Envió, pues, Jacob, y llamó a Raquel y a Lea al campo donde estaban sus ovejas, 5 y les dijo: Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como era antes; mas el Dios de mi padre ha estado conmigo. 6 Vosotras sabéis que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre; 7 y vuestro padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal. 8 Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados. 9 Así quitó Dios el ganado de vuestro padre, y me lo dio a mí. 10 Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados. 11 Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. 12 Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho. 13 Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento.

14 Respondieron Raquel y Lea, y le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre? 15 ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio?

16 Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.

 

Jacob huye de Labán 17 Entonces se levantó Jacob, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos, 18 y puso en camino todo su ganado, y todo cuanto había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padan-aram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán. 19 Pero Labán había ido a trasquilar sus ovejas; y Raquel hurtó los ídolos de su padre.

20 Y Jacob engañó a Labán arameo, no haciéndole saber que se iba.

21 Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Eufrates, y se dirigió al monte de Galaad. 22 Y al tercer día fue dicho a Labán que Jacob había huido. 23 Entonces Labán tomó a sus parientes consigo, y fue tras Jacob camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Galaad.

24 Y vino Dios a Labán arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente. 25 Alcanzó, pues, Labán a Jacob; y éste había fijado su tienda en el monte; y Labán acampó con sus parientes en el monte de Galaad. 26 Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que me engañaste, y has traído a mis hijas como prisioneras de guerra? 27 ¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa? 28 Pues ni aun me dejaste besar a mis hijos y mis hijas. Ahora, locamente has hecho.

29 Poder hay en mi mano para haceros mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente.

30 Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses? 31 Respondió Jacob y dijo a Labán: Porque tuve miedo; pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas.

32 Aquel en cuyo poder hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado. 33 Entró Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló; y salió de la tienda de Lea, y entró en la tienda de Raquel.

34 Pero tomó Raquel los ídolos y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán en toda la tienda, y no los halló. 35 Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos. 36 Entonces Jacob se enojó, y riñó con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Qué transgresión es la mía? ¿Cuál es mi pecado, para que con tanto ardor hayas venido en mi persecución? 37 Pues que has buscado en todas mis cosas, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y de los tuyos, y juzguen entre nosotros.

38 Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas. 39 Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas. 40 De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos. 41 Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces. 42 Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.

43 Respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío: ¿y qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas han dado a luz?

44 Ven, pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo, y sea por testimonio entre nosotros dos. 45 Entonces Jacob tomó una piedra, y la levantó por señal.

46 Y dijo Jacob a sus hermanos: Recoged piedras. Y tomaron piedras e hicieron un majano, y comieron allí sobre aquel majano.

47 Y lo llamó Labán, Jegar Sahaduta;[h] y lo llamó Jacob, Galaad.[i]

48 Porque Labán dijo: Este majano es testigo hoy entre nosotros dos; por eso fue llamado su nombre Galaad;

49 y Mizpa,[j] por cuanto dijo: Atalaye Yahve entre tú y yo, cuando nos apartemos el uno del otro. 50 Si afligieres a mis hijas, o si tomares otras mujeres además de mis hijas, nadie está con nosotros; mira, Dios es testigo entre nosotros dos. 51 Dijo más Labán a Jacob: He aquí este majano, y he aquí esta señal, que he erigido entre tú y yo. 52 Testigo sea este majano, y testigo sea esta señal, que ni yo pasaré de este majano contra ti, ni tú pasarás de este majano ni de esta señal contra mí, para mal. 53 El Dios de Abraham y el Dios de Nacor juzgue entre nosotros, el Dios de sus padres. Y Jacob juró por aquel a quien temía Isaac su padre. 54 Entonces Jacob inmoló víctimas en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan; y comieron pan, y durmieron aquella noche en el monte. 55 Y se levantó Labán de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo; y regresó y se volvió a su lugar.

 

Entonces, cuando la Palabra de Dios habla del “Seol” o “Hades”, ¿a qué se refiere? A un lugar mucho mayor que una enorme fosa común. Isaías nos permite al igual en su evangelio dos guía ,  Isaías 5:14-16 14  Por Eso ensanchó do interior el Seol, el pecado y Medida extendió  de boca; y Allá descenderá la gloria de Ellos, y do Multitud, y do fausto, y el Que En El sí regocijaba. 15  Y el hombre humillado Sera, Sera y el Varón abatido, y serán bajados los ojos de los altivos. 16  Pero Jehová de los Ejércitos Sera exaltado en Juicio, y el Dios Santo Sera santificado estafa justicia. Señala que el Seol es una región “espaciosa” que “ha abierto ancha su boca, más allá del límite”. Por así decirlo, el Seol ha devorado a un sinfín de muertos, y siempre quiere más (Proverbios 30:15, 16). A diferencia de los cementerios, que solo admiten cierta cantidad de cadáveres, ‘el Seol no se satisface’ (Proverbios 27:20). En efecto, el Seol, o Hades, nunca se llena ni tiene límites. No se trata, por lo tanto, de un sitio literal que se encuentre en un punto determinado. Más bien, se refiere a la sepultura colectiva a la que van los difuntos o, lo que es lo mismo, al lugar simbólico donde la mayoría de la humanidad duerme el sueño de la muerte. Cuando aprendemos lo que enseña la Biblia acerca de la resurrección, entendemos mejor qué es el Seol o Hades. La Palabra de Dios relaciona este lugar con la muerte de la que se puede resucitar (Job 14:13; Hechos 2:31; Revelación [Apocalipsis] 20:13).* También indica que allí están tanto los que sirvieron a Jehová como muchos que no lo hicieron (Génesis 37:35; Salmo 55:15). Por eso asegura que habrá “resurrección así de justos como de injustos” (Hechos 24:15).  En cambio, la Biblia señala que las personas que no resucitarán no se encuentran en el Seol o Hades, sino en un lugar llamado “Gehena”, que tampoco es literal (Mateo 5:30; 10:28; 23:33). Mateo 5:29-30 -29 Si tu ojo derecho te hace pecar[a], arráncalo y tíralo; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno[b]. 30 Y si tu mano derecha te hace pecar, córtala y tírala; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya al infierno[c].

En la Muerte, el Cuerpo Vuelve al Polvo ♀ por que  polvo fuiste  al polvo, volveras

Los cuerpos de los que mueren son puestos en reposo de varias maneras “…murió también el rico, y fue sepultado” (Lucas 16:22) Lucas 16:22-26 .., 22  Aconteció Que Murió el mendigo, y FUE Llevado Por los ángeles al seno de Abraham; y murió alzo el rico, sepultado y FUE.23  Y en el Hades Alzo Sus Ojos, estando en Tormentos, y vio de Lejos un seno de Abraham, ya Lázaro en su. 24  Entonces El, Dando voces, DIJO: Padre Abraham, ten misericordia de mi, y Envía un Lázaro Para Qué moje la punta de do dedo en agua, y refresque mi lengua; PORQUE Estoy atormentado En Esta llama. 25  Pero Abraham le DIJO: Hijo, acuérdate de Que bienes TUS Recibiste En tu vida, Y TAMBIEN Lázaro varones; Pero Ahora Este es consolado here, y tú atormentado. 26  además de TODO ESTO, gran Una sima no está empre Puesta Nosotros y vosotros, de Manera Que Los Que quisieren Pasar de Aquí a vosotros, no pueden, ni de Allá Pasar acá. “Y lo sepultaron (a Abraham) Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de Efrón.” (Génesis 25:9). “Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto” (Génesis 50:26). El cuerpo puede  ser sepultado, echado al mar, puede ser cremado o destrozado en una explosión, etc.,  pero los restos físicos de la persona finalmente se descompondrán y volverán al polvo: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado;  pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:19). “Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo” (Eclesiastés 3:20). “Y el polvo vuelve a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” (Eclesiastés 12:7). “Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo” (Salmo 103:14). “Les quitas el hálito, dejan de ser, y vuelven al polvo” (Salmo 104:29). En Daniel 12:2 los muertos son descritos como lo que “duermen en el polvo.”

En la Muerte, el Alma Abandona el Cuerpo

Es fácil saber dónde va el cuerpo de una persona muerta, pero saber dónde va el alma o la parte inmaterial del hombre, puede determinarse de una sola manera. No podemos ver el alma. No podemos ver cuando se aparta del cuerpo. Podemos ver el cuerpo sin alma en una funeraria y sabemos que la persona ya no está, pero no podemos ver a dónde se fue el alma. La única manera de saber acerca de estas cosas es ir donde el Único que conoce la respuesta, el Dios viviente. Sólo Su Palabra infalible, la Biblia, puede revelar esos misterios y hacernos saber lo que hay más allá de la tumba.

 

                                              Ieromonah Seraphim